Para obtener resultados en el  mundo del vino se requiere perseverancia y conocimiento;   algo que en I+D es un requisito. Gracias a esta combinación, la Universidad Arturo Prat, logró rescatar nobles plantas de vid,  que datan  de la conquista española, y tras quince años, de  arduo trabajo, sus investigadores,  confiesan que  jamás imaginaron  reconstruir,   uno de los secretos mejor guardados del Tamarugal, que simplemente conmueve;  otro milagro  del desierto chileno.  

La  historia señala que entre los años 1548  al  1937,  pese a las condiciones desérticas y de salinidad, en la pampa chilena se producía vino  para consumo familiar.  Así lo demostraron  remotas vides, que el paso del tiempo, el clima  y las transformaciones sociales, fatigaron hasta su aparente extinción.  Ochenta años, esperaron pacientemente  para resurgir, como evidenciaron  los  análisis agronómicos y   moleculares,  que determinaron  que  las muestras obtenidas,   correspondían a dos  antiguas cepas introducidas por los españoles: Gros Colman, -originaria de Georgia,   antigua Unión Soviética y Ahmeur bou Ahmeur, -de origen argelino.  Finalmente, se agrega  un tercer  genotipo blanco,  identificado como la cepa Torrontés Riojano, oriunda de Argentina. En el año, 2006,  se celebra en forma artesanal,  la primera vendimia, al estilo de pretéritas temporadas de consumo casero. A partir de esto,  el equipo científico, liderado por el ingeniero agrónomo, Marcelo Lanino, visualiza una oportunidad de desarrollo regional, vía    transferencia tecnológica,  desde la Universidad Arturo Prat.  Luego de trece años de investigación, el Servicio Agrícola Ganadero, otorga el registro definitivo a  la primera cepa vinífera, originaria de la Región de Tarapacá, denominada: Tamarugal,  100% chilena, proveniente del desierto más seco del mundo. 

Tamarugal, corresponde a la familia de los  terroir,   terruño en francés, para especificar la influencia del origen,  que determina sus  características únicas;  al fin y al cabo,  cada copa de vino nos habla del lugar donde ha sido cultivado,  y Tamarugal, no es la excepción.  Al degustarlo,  transmite y evoca  el desierto de  la Región de Tarapacá, donde se escribe la historia de esta maravilla que  comienza a revelarse  al mundo.  En el 2018,  Tamarugal, consigue  reconocimiento internacional,  con  medalla de oro para su blanco semi-dulce, en el concurso,  Catad´Or Wine Awards,  frente a otros 640 contrincantes. Este  prestigioso  certamen, posibilita que los galardonados, sean promocionados en mercados estratégicos, de Asia y Brasil. En 2019, es invitado a participar en la IV Conferencia Mundial de Turismo del Vino, realizada en Santa Cruz, Colchagua.  Hoy,  Tamarugal  sigue expandiendo horizontes  y  prepara el estreno,  de la “Ruta del Vino del Desierto”, para el próximo,  4 de septiembre  -Día Mundial del Vino-  donde quienes concurran,  no sólo se asombrarán  con  los detalles de su  elaboración, sino, que  descubrirán el  pintoresco mercadito gourmet  de productos locales; todo un oasis,  en medio del desierto chileno.

Si desea más información, sobre cómo  adquirir Tamarugal  o  conocer la “Ruta del Vino del Desierto”,  escribir a:  pafernandez@unap.cl